Un "carlito" frente al río Paraná
Cargado originalmente por Agripina_del_56
A través de Flickr:
Mordisco (La Florida)
Rosario (Santa Fe) - Argentina
En Rosario se llama "Carlito", sin "s".
Y no es por jactarme pero su origen es rosarino. Lleva jamón, queso y ketchup.
Saludos desde Rosario, la cuna de la Bandera y del carlito!! :)
Marche un "Carlito"
Y esto va en tono de broma, pero copiado de un foro...
"Unos amigos cuentan que una vez fueron y pidieron un carlito, y que le tuvieron que explicar que es como un tostado, pero con ketchup... y les trajeron un tostado con ketchup... del lado de afuera..."
Cariños,
Alicia
Marche un "Carlito"
ResponderEliminarVeamos. Me niego terminantemente a llamar Carlitos al Carlito. Sí, a ese sánguche de miga que se tuesta hasta que las tapas quedan doradas y crocantes. Su secreto está en un ingrediente: lleva salsa ketchup y un poquito de manteca. El común es de jamón y queso pero también hay otras varientes, como el de pollo, que te deja pipón.
Allá lejos y hace tiempo, cuando El Círculo era un boliche y no un bar de pipícucú como ahora, el Carlito que hacía Don Pepe era triple y para nosotros, alumnos de la Facultad Católica de Humanidades, constituía prácticamente la cena. Días pasados tratábamos de recordar con un amigo, mientras engullíamos esa preciosidad de tostado difícil de encontrar en otra parte del país y que acompañábamos con un porrón (de litro, no esa pijotería que te dan en Buenos Aires), cuál había sido su origen. Y bueno, la única neurona que daba vueltas por ahí cansada y algo atacada por el alemán estaba convencida de que nació en el bar Cachito, el que congregó multitudes en sus mesas de Pellegrini y Maipú. Los Carlito salían por toneladas acompañados por unas manijas de litro que apenas apoyaba el mozo en la mesa se convertían en fondo blanco para tener la excusa de repetirlas. Dicen que el hijo del dueño se preparaba el Carlito para él y que a partir de allí fue ganando popularidad, así que sería el inventor.
En el blog Abracadablabla que escribe Flor se dan recomendaciones a quienes deseen hacerse ciudadanos rosarinos y se menciona el gran tostado con ketchup. Y con acierto también dice que jamás hay que decir birra por cerveza, que acá el submarino es remo y que al pororó nunca se lo llamará pochoclo. Y si vas a la verdulería no pedís batatas sino camote y nunca te confundís con el queso: es cáscara colorada y no roja.
Por supuesto, para sentirse ciudadano rosarino (no santafesino como pregona el nuevo gobernador) hay que comerse las eses finales hasta morir y a veces alguna erre. Y como dice el Ruso Sergio cuando los jefes apuran el cierre del diario, vamo que lo vamo.
http://www.lacapital.com.ar/columnistas/eking/noticia_0001.html