Las manos demuestran afectos. Nada mejor que un buen apretón de manos para saludar; las manos acarician, construyen, crean.
Frente al miedo, al dolor, tomamos la mano del otro para sentirnos acompañados. Ante la caida, la necesidad, tendemos "una mano".
Sabemos también, que las manos pueden vehiculizar agentes productores de enfermedades, aunque esta práctica sea involuntaria.
En 1843, dice la historia, un médico obstetra con gran capacidad de observación, Ignaz Phillipp Semmelweiss (una de las figuras importantes de la historia de la obstetricia, nace en Buda, orilla derecha del río Danubio, capital de Hungría en 1818 y muere en Viena en 1865), descubrió que el lavado de manos con una solución antiséptica, disminuía la incidencia de sepsis puerperal.
Hoy, 167 años después, el lavado de manos sigue siendo la medida más barata y efectiva para disminuir la incidencia de infecciones y su introducción en la práctica médica, se la debemos a un obstetra.
Con el correr de los años y observando las diferentes actividades humanas, las manos tambien pueden ser vehiculo de contaminaciones de medicamentos, alimentos, etc. Asi como transmisoras de enfermedades (diferentes cepas de hepatitis, gripe A, etc.)
El lavado de manos constituye entonces la manera más eficaz de prevenir enfermedades no solo hospitalarias.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) incluye la actividad del lavado de manos como una de las cinco claves para garantizar la inocuidad de los alimentos.
El Servicio de Educacion del Instituto del Alimento, incluye este tema en el dictado de los talleres destinados a Manipuladores de Alimentos haciendo hincapie en cuándo y cómo se debe realizar esta actividad.
Cuando debemos lavarnos las manos:
Despues de ir al baño
Al comienzo de la actividad
Despues de manipular dinero, u otros objetos
En definitiva inmeditamente antes de manipular un alimento
Técnica para un correcto lavado de manos:
Quitarse todo tipo de pulseras, anillos, relojes, etc.
Mojarse las manos con agua tibia
Tomar una pequeña cantidad de jabon liquido bactericida
Enjabonarse bien entre los dedos, palma, dorso
Cepillarse las uñas
Enjuagarse
Secar las manos con toallas de papel o secamanos de aire
Use la misma toalla de papel para cerrar el grifo
Elaboramos alimentos en fabricas, restaurants, bares y aun en nuestro hogar, y esta actividad la realizamos con amor. Nos complace recibir elogios ante un plato ofrecido.
Un alimento, además de ser rico y nutritivo, debe ser inocuo. Y nuestras manos son, en gran medida, responsables de ello. Incorporemos como un hábito siempre el lavado de manos.
Fuente: Revista de ginecología - Semmelweis
Material Didactico Instituto del Alimento
Secretaría de Salud Pública
Municipalidad de Rosario
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