Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor...
Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor...
La vieja calle donde el eco dijo
tuya es su vida, tuyo es su querer,
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver...
Volver...
con la frente marchita,
las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir...
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
Vivir...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez...
Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida...
Tengo miedo de las noches
que pobladas de recuerdos
encadenan mi soñar...
Pero el viajero que huye
tarde o temprano detiene su andar...
Y aunque el olvido, que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guardo escondida una esperanza humilde
que es toda la fortuna de mi corazón.
El tango Volver fue interpretado por Gardel pero la letra le pertenece a Alfredo Le Pera. Fue compuesto en 1935 y aparecido en la película "El día que me quieras". Desde entonces se consolidó como uno de los himnos internacionales del tango.
Entre sus frases encontramos una que ha quedado marcada en el continente americano y es utilizada como un dicho común: “veinte años no es nada”.
Entre sus frases encontramos una que ha quedado marcada en el continente americano y es utilizada como un dicho común: “veinte años no es nada”.
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